Gestionar en remoto un equipo o toda una organización ha sido uno de los retos impuestos por el Covid-19. La tecnología, aliada imprescindible , lo ha facilitado. Las personas, con su capacidad de resiliencia, lo han hecho posible.
La declaración de estado de alarma sanitaria y orden de confinamiento obligaron el pasado 14 de marzo a cerrar las puertas de todas aquellas organizaciones cuya actividad no supusiera un servicio esencial para hacer frente a la pandemia, y a reorganizarse de arriba abajo a aquellas que sí lo eran, con el objetivo prioritario de preservar la seguridad y salud de todas las personas. Anunciada aquel fin de semana, la orden de confinamiento pilló ‘de sopetón’ a la mayoría de organizaciones. Sus equipos directivos se pusieron a la frenética tarea de reorganizar estructuras y facilitar soluciones para que la actividad no se detuviera. O al menos no del todo.
“Aunque con dificultad, hemos mantenido vivos la mayoría de proyectos e incluso arrancado algunos nuevos” – Ana Santiago, CEO de Sisteplant
Ana Santiago, CEO de la ingeniería Sisteplant, con un equipo de 150 personas a su cargo, distribuidas en sus distintas sedes de Bilbao, Madrid, Barcelona, Sevilla, México, Brasil e India. De la noche a la mañana, ambas directivas tuvieron que cancelar viajes, anular o reajustar agendas e implantar una nueva forma de relación con sus equipos y clientes, pasando del modo presencial al remoto.
“El hecho de ser una empresa tecnológica y de desplazarnos mucho por el mundo permitió que buena parte de nuestro equipo ya estuviera dotado de los medios para el teletrabajo”, explica Ana Santiago. Aunque con bastante dificultad, señala, “hemos conseguido mantener vivos un alto porcentaje de proyectos e incluso arrancar algunos nuevos, algo que nos ha sorprendido”.
Ana Santiago comparte esta reflexión y reconoce que no le gusta trabajar en casa. La excepcionalidad de la situación “nos obliga a trabajar confinados en unas condiciones que no son las adecuadas y ergonómicamente, el cuerpo lo termina acusando”. Comenta que en su equipo hay personas que están pidiendo volver a la oficina para tener un horario y poder trabajar sin las interrupciones que se dan en el entorno doméstico.